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CUANDO MI MAMÁ SALIÓ DEL CLOSET

  • Mariana Gómez Gutiérrez
  • 1 nov 2016
  • 3 Min. de lectura

El mundo tan conservador en el que habitan los seres humanos siempre ha exigido ciertos estándares, que el individuo “debe cumplir” para ser aceptado dentro de una sociedad, e ineludiblemente hacen referencia a la religión, la ideología, y la familia. Cuando se vive con un padre y una madre, en un hogar donde existen los valores básicos como el respeto, se cree que es el estereotipo de “familia perfecta”, sin embargo las inclinaciones hacia otras personas, ajenas a la relación, incluso de un mismo sexo, pueden evidenciarse hasta en las mejores familias.

Esta es la historia de Camila una joven de 17 años, hija única. Dese siempre su hogar se ha caracterizado por ser una familia con principios católicos, que se acogen al ideal de la unión de padre y madre, a través de la iglesia, unos padres con buenas profesiones y una hija que a pesar de no tener hermanos, ha sentido un vacío de amor entre sus padres y el desasosiego de darse cuenta, después de casi 16 años que la mujer que le dio la vida es lesbiana. Camila ha decidido no revelar su apellido, no por vergüenza de la condición sexual de su madre, sino debido a asuntos personales.

Recuerda la noche en la que aquella discusión entre su padre, su madre y la mejor amiga de su madre, insignificante en su momento para ella, sería la brecha que daría un giro a su existencia, pues desde aquella noche, la relación entre sus padres era cada vez más débil, eran casi dos extraños viviendo bajo el mismo techo, Camila no entendía por qué. Se aproximaba la fecha de su cumpleaños; en la fiesta de sus 15, la cual no recuerda con emoción como lo haría cualquier otra chica, sino como el momento incomodo de su vida, sus padres están tan distantes como es posible, su mamá con su mejor amiga como ya es costumbre mientras su padre pasea por las mesas de los demás invitados, esa noche, ni siquiera una foto fue motivo para unir nuevamente a esta familia.

La situación en la familia, es motivo de angustia para Camila, por eso dos meses después de su fiesta de cumpleaños decide hablar con su madre respecto al tema. Camila recibe una respuesta que no es agradable, para una niña que ha crecido en un hogar donde, hasta el momento no le ha faltado nada, su madre le contesta diciendo que lo más probable es que su padre esté saliendo con otra mujer y lo mejor es dividir esa unión que hasta hace un tiempo los había caracterizado. El hecho se concreta y después de todo Camila apoya la decisión que toma su madre; cuando su padre recibe la noticia actúa de la manera más natural e ilógica posible, pues por un lado a ella le parece extraño que un hombre reaccione tan tranquilamente, al recibir semejante noticia después de tantos años de casado, pero por otro lado, es como si fuera algo que estuviera esperando hace mucho tiempo.

Después de esto, la mamá de Camila decide irse a vivir con su mejor amiga para pasar el duelo de la separación con su esposo, sin embargo existen varias situaciones que han hecho que ella empiece a sospechar de una relación entre su mamá y su amiga, que va más allá de eso, de ser las “mejores amigas”. Una noche de tantas, Camila llega a su casa en un estado en el que el ser humano pronuncia disparatases sin importar los efectos, lo cual la impulsa a entrar violentamente a la habitación donde dormían la amiga y su madre. Desenfrenadamente enfrenta a las dos mujeres diciendo que ella sabe toda la verdad diciendo: “ustedes dos tiene algo”. Hay un silencio absoluto y la madre no puede contener el llanto, afirmando lo que Camila acaba de decir agrega que están juntas hace tres años y medio, a partir de esto la niña comienza a encontrar respuestas que poco a poco la hacen sumergirse en un profundo trauma; su padre estaba enterado de la situación hace mucho tiempo, pero quiso guardar silencio por miedo a destruir esa “familia” que tenía construida, no hay marcha atrás.

Para Camila darse cuenta de que ahora tenía dos mamás y un papá, no fue nada fácil, tuvo que someterse a largas terapias psicológicas para contrarrestar y canalizar el choque que esta situación le había generado, sin embargo, dos años después ha logrado asimilar y entender que la condición sexual de su madre es algo completamente normal, pero el rechazo que existe tanto de la familia de la madre como del padre hace que el escenario se torne más complicado para ella, ya que se encuentra en la mitad del show, y después de toda la obra, aun presenta a la novia de su madre como su tía.

 
 
 

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